Desde nuestro Centro de Masajes de Relajación en Madrid siempre queremos ofreceros los mejores masajes y servicios para vuestro bienestar y salud. Hoy, vamos a abordar una de las molestias más habituales en nuestros días, el dolor de cuello y tensión de hombros.
¿Qué es el Dolor?
Por definición podríamos decir que del dolor es una señal de alerta que nos indica que algo malo está ocurriendo en algún lugar de nuestro cuerpo. Por lo tanto se puede inferir que el dolor como sensación, tiene una función relacionada con la protección y el dolor como tal es la expresión de un daño en los tejidos del cuerpo y su reacción es directamente proporcional a la intensidad de ese daño. En el caso del dolor cervical, las distensiones, contracturas y demás posibles lesiones derivadas de nuestro estilo de vida actual, cada día, son más frecuentes.
La voz del síntoma
Al hablar del dolor como una señal de alerta, sin duda estamos hablando de algo que es positivo para la persona, ya que a través de esta le permite actuar y resolver el problema que este le ocasiona.
Expresado de esta manera ya no parece extraño hablar del dolor como algo beneficioso, siendo bueno recordar que el dolor es un signo de alarma que
sirve para pensar de qué manera hay que enfrentarlo. Pero el dolor no es sólo expresión en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, ya que lleva consigo connotaciones emocionales importantísimas. Platón (500 a.C.) afirmaba que “el dolor no sólo se presenta por la estimulación periférica sino como una experiencia emocional”.
Todos sabemos que luego de una jornada tensa sentimos un agotamiento muscular en la zona de la espalda y el cuello que no se condice con la realidad de haber estado sentado y no haber realizado grandes movimientos, es la contracción permanente y sostenida la que nos agota y consume energías.
Cuando nos encontramos sobrecargados en nuestro pensamiento por todo lo que significa nuestra existencia sumado a los problemas de la vida cotidiana, sentimos agotamiento mental y corporalmente se nos expresa como que nuestra cabeza se hincha, que puede explotar o que podemos volvernos locos, lo que popularmente llamamos “siento que voy a perder la cabeza”, en ese instante nuestro cuello se transforma en un ancla que tiene que evitar la “supuesta pérdida”, que si bien sabemos que anatómicamente es imposible simbólicamente s traduce a través de la expresión de un aumento de tensión de los músculos del cuello.
Existe entonces una relación permanente entre la actividad vital del cuello y su relación “entre el intelecto y la máquina” que hace que determinados músculos del cuello acumulen sentimientos que no podemos expresar.
Todos en algún momento hemos sentido nuestros hombros y cuello tensos, como agarrotados. La tensión cervical es muy molesta y puede impedirnos descansar adecuadamente.
¿Cuales son las causas de la tensión en hombros y cuello?
Conocer las causas de que nos producen tensión cervical nos puede ayudar a evitar que esto suceda. Son acciones que realizamos constantemente sin darnos cuenta y que, si nos fijamos, podremos corregir:
- Mantener una mala postura puede causar dolor en el cuello. Inclinar la cabeza hacia delante obliga a que los músculos del cuello y de los hombros tengan que realizar un trabajo extra.
- Constantemente, sin darnos cuenta, elevamos las escápulas con lo que creamos una gran tensión en la base del cráneo y en el cuello.
- Sostener el teléfono entre el hombro y la oreja.
- Escribir en un teclado demasiado alto o apoyar los codos en los reposabrazos de una silla demasiado baja hace que nuestros músculos se carguen de tensión.
- La realización de algunos trabajos que nos obligan a levantar los brazos por encima de la cabeza durante muchas horas al día causa dolor y tensión en la zona de los hombros y el cuello.
- El estrés y la ansiedad nos hacen encoger los hombros lo que aumenta la tensión y el dolor en la zona.
En el presente artículo os vamos a indicar algunas breves y sencillos pasos para que vuestro masaje en la zona con dolor cervical sea efectivo y os ayude a liberar tensiones y sentiros mucho más relajados.
Explicamos las pautas y pasos a seguir para dar un buen masaje en el cuello.
1.- Toque o exploración desde la clavícula hasta la mandíbula inferior.
2.- Fricción palmo-digital desde la mandíbula hasta la clavícula.
3.- Remoción nudillar. Pellizqueo.
4.- Percusión digital. Tecleteo.
5.- Presión progresiva sobre tiroides. Esta manipulación se ejerce de forma alternativa sobre un lado y sobre otro.
6.- Desplazamiento lateral del hueso nioides. Se ejercerá con suavidad de 3 a 5 veces.
7.- Fricción Y presión digital, sobre el esternocleidomastoi-deo (con la cabeza girada). Repetir de 3 a 5 veces.
8.- Roces relajantes. Estiramientos suaves… tracciones…
9.- Pases neurosedantes.
Para finalizar, un vídeo que os oriente y ayude a mejorar vuestro bienestar mediante un breve automasaje: