Los mil y un nombres del Masaje en el Mundo
En todo el planeta existen muchas y diferentes formas para la palabra «Masaje» (massage) y referirse a una práctica que se viene desarrollando ya desde culturas tan antiguas como la Sumeria en Mesopotamia.
Una investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la asirióloga alemana Barbara Böck, ha reconstruido en su trabajo cómo en la cultura sumeria ya se administraban tratamientos curativos mediante masajes y conjuros. Lo ha hecho a través del estudio de tablillas de arcilla conservadas en distintos museos como el British Museum o el Vorderasiastiches de Berlín. (Barbara Böck– Das keilschriftliche handbuch «Einreibung» (Mussu’u). Eine serie sumerischer un akkadischer Beschwörungen aus dem 1. Jt.V.CHR -CSIC -2007).Etimología de la palabra «masaje»
Uno de los primeros registros de la palabra masaje y de la descripción de su uso, se ha
encontrado recientemente en unos textos provenientes de la Antigua Mesopotamia. Hay escritos en sumerio y acadio titulados «Mushu´u» (en español: Masaje). En sánscrito «Makeh» (apretar con suavidad), en hebreo «Mashech» (palpar, tantear), árabe «Mass» o «Mass’h» (tocar con sensibilidad, frotar suavemente), griego «Massien» (amasar, frotar), francés «Masser» (amasar, sobar)… etc.
Por otra parte, en los manuscritos médicos de la India antigua y los libros del Ayurveda, se conoce como «champooinig«. En Grecia Hipócrates de Cos (460-380 a.n.e.) utilizaba el término «anatripsís», que equivale a frote; y lo denominaron «masso», que significa amasar, o dar masaje. Más adelante se tradujo al latín como «frictio», cuyo significado es fricción o frote y, así ha llegado la denominación masaje hasta nuestros días, conservado en las características lingüísticas propias de cada región.
Escritos y evidencias arqueológicas sobre el masaje se han encontrado en muchas civilizaciones antiguas como Roma , Grecia , India , Japón , China , Egipto (Los papiros como el de Kahun y los jeroglíficos y decoraciones de la tumba de Ptahhotep muestran técnicas de manipulación y masajes, que se aplicaban junto a otras medidas terapéuticas) y Mesopotamia ( En las cartas de Mukallim, profesor de medicina, cuenta como en un templo cerca de Nippura, se dan recomendaciones para el masaje y ungüento de aceites en los traumas y enfermedades).
Existe hasta una referencia bíblica que data del 493 AC donde se indica como el masaje diario con aceite de oliva y mirra formó parte del régimen de belleza de las mujeres del rey Asuero (conocido en los libros de Historia como Jerjes l de Persia, llamado «el Grande» que vivió entre 519-465 A.C, hijo de Darío l y de la princesa Atosa) en (Ester 2:9-12).
En las culturas precolombinas, existe el precedente del pueblo Maya. Salud y medicina entre los antiguos mayas eran una mezcla compleja de mente, cuerpo, religión, ritual y ciencia.
En los pueblos y comunidades mayas del Yucatán se practicaban (y aún hoy se ejercitan) diversos tipos de masaje que se distinguen por las técnicas y el enfoque específico para el tratamiento de diversas dolencias y síntomas: Los curanderos, talladores y sobadores tradicionales mayas trabajaban a nivel tendinomuscular y, entre otras, aplicaban una suerte de masaje abdominal para reposicionar los órganos internos fuera de lugar y, en especial, el útero, con el objetivo de mejorar la fertilidad. Los hueseros, que acomodaban huesos, atendían luxaciones y fracturas. También trabajaban con ungüentos, linimentos y bálsamos para reforzar el efecto terapéutico.
El Masaje en la Europa clásica
Hipócrates de Cos, médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Oro de Pericles y considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina, escribió en el 460 antes de Cristo que “El médico debe tener experiencia en muchas cosas, pero seguramente en el roce o masaje” (que según la RAE es: Operación consistente en presionar, frotar o golpear rítmicamente y con intensidad adecuada determinadas regiones del cuerpo, principalmente las masas musculares, con fines terapéuticos, deportivos, estéticos, etc.)”.
Es el mismo Hipócrates el que refiere textualmente: «La manera de alcanzar una buena salud es un baño aromatizado y un masaje oleoso cada día.»
Existen referencias de cómo se masajeaba, por ejemplo, a los atletas para recuperarlos
de sus lesiones. En las olimpiadas, por ejemplo, intervenían los «aliptes» (ăliptēs or ălipta, ae, m., = ἀλείπτης), hábiles masajistas que preparaban a los atletas antes de las pruebas, aplicaba ünguentos sobre sus cuerpos y los recuperaban después.
En los poemas de Homero se habla de cómo Circea, en el baño, masajeaba a Odisea con aceites y le untaba cremas; también relata cómo las mujeres frotaban el cuerpo de los guerreros antes de los combates.
De Roma son bien conocidos sus baños termales y las aplicaciones terapéuticas que en ellos se realizaban, entre ellas de forma muy extendida los masajes con todas sus posibilidades: masajes relajantes, estimulantes y terapéuticos.
En las termas (thermae – θέρμαι), los romanos para mantener la esbeltez, la elegancia y la belleza corporal, se bañaban en piscinas y bañeras aromatizadas, recibían masaje, se hacían la manicura, la pedicura, practicaban gimnasia (Gymnasium – γυμνάσιον). Se empleaba ampliamente la apoterapia en las termas (baños romanos) donde existían habitaciones (trenidarium) especialmente destinadas para el masaje. Allí, los esclavos amasaban y friccionaban el cuerpo de los bañistas (el trabajo era realizado por los denominados «traclatores»).
De hecho, Roma heredó los conocimientos que dejaron Egipto y Grecia sobre la materia. Fue Galeno (199-129 a.C.), que es considerado uno de los médicos más importantes de la historia, el responsable de clasificar el masaje en tres modalidades: firme, suave y moderado. Gracias a ello, consiguió nueve formas de masaje combinando dichas categorías, cada una de ellas con sus propias indicaciones. Se dice que el propio Julio Cesar recibía tratamiento de masaje para su epilepsia.
El masaje llega hasta Europa
Después del Imperio Romano, desde el año 476 hasta el año 1450, aparece en la historia un período denominado Edad Media, ciclo histórico que significa para Europa el freno a los movimientos y avances científicos y culturales. Respecto al masaje, la iglesia consideraba que era una práctica más erótica que terapéutica y acabó practicándose solamente en lugares considerados de no muy buena reputación.
Es a través de los comerciantes italianos y su búsqueda de nuevas posibilidades comerciales como Marco Polo llega al lejano Oriente, y al mismo tiempo se convierte en el propagador occidental de sus experiencias en Asia, que tuvieron una gran influencia sobre la belleza y el cuidado corporal, ya que importa costumbres y cuidados utilizados por mujeres asiáticas.
De este modo las mujeres occidentales comienzan de nuevo a disfrutar de los baños y los masajes, de los ungüentos y demás complementos de belleza.
Dado el resurgimiento de las ciencias y cuidados para la salud durante el Renacimiento, el masaje empieza de nuevo a relacionarse como un medio curativo gracias a Ambroise Pare (1517-1590), cirujano y barbero francés que escribió en una de sus publicaciones los efectos positivos del masaje y su efecto curativo y también clasificó los diferentes tipos de maniobras manuales.
Fueron los misioneros franceses Pierre-Martial Cibot y Jean Joseph Marie Amiot quienes, siglos más tarde, introdujeron las técnicas de masaje desde China hasta Europa en 1776. Ellos tradujeron y resumieron el Tratado del Emperador Amarillo («Huang-Di Nei Jing» o Canon de Medicina y el “Huang Di Qi Bo An Mo Shi Juan” o los Diez tomos de Anmo ) libros clásicos de medicina interna y donde se incluye una lista de plantas medicinales, ejercicios y técnicas muy elaboradas de masaje.
Masaje en el Mundo Islámico
Los árabes, en tanto que depositarios del saber clásico en muchos casos, continuaron con la práctica del masaje; tradujeron del griego muchas obras de medicina a las que añadieron los conocimientos de tierras conquistadas chinas e hindúes, además de las propias aportaciones. Masaje en árabe se escribe: تدليك
Los siglos X y XI fueron el renacer de la medicina árabe. Los representantes de esta medicina oriental Rhazes Ar-Razi (850-929 d.C.) y Abu Ali Ibn-Sina (980-1037 d.C) elaboraron métodos originales de curación de los enfermos sobre la base de los trabajos de Hipócrates, Galeno y otros antecesores. Las obras de Avicena «Canon de la ciencia médica» y «Libro de la sanación» obtuvieron una gran popularidad en Oriente y en Europa. En los trabajos de Avicena se describieron de forma muy detallada las manipulaciones del masaje, la gimnasia y la dieta.
Eran comunes los establecimientos de baños o hammames, similares a las termas romanas; al acudir a un hammam era habitual recibir también un masaje corporal.
Masaje en Asia
En China Huang Di, el «Emperador Amarillo», autor de la obra más representativa de la Medicina Tradicional China: las «Nei Jing o Neijing Suwen » donde ya recomienda el “masaje de la piel y la carne.»
Con anterioridad a la dinastía Ming, en China, la palabra masaje se denominaba Anmo. Este sistema curativo se inició en la dinastía Qin y se desarrolló en la dinastía Han, en la que aparecieron dos grandes obras médicas: “Huang-Di Nei Jing” (Canon de Medicina) y “Huang Di Qi Bo An Mo Shi Juan” (Diez tomos de Anmo). Estas dos obras han establecido, por primera vez, el sistema teórico íntegro de la Medicina china tradicional y han tratado el Anmo como una rama terapéutica de la medicina china.
Las técnicas de Anmo (el precursor del masaje terapéutico Tui Na moderno) llegaron a Japón durante el periodo Nara (710-793 dC), junto con otras técnicas de la medicina tradicional china. Anma como un sistema único fue fundada en 1320 por Akashi Kan Ichi. Anma fue popularizada en el siglo XVII por el acupunturista Sugiyama Waichi (Escribió el libro «Sugiyama Ryu Sanbusho»), y en la misma época aparecen los primeros libros sobre el tema, incluyendo Anma Tebiki de Fujibayashi Ryohaku (“Manual de Anma»). El moderno Shiatsu se deriva en gran parte de Anma.
En la antigua India, en los tratados médicos, reunidos bajo el nombre de «Ayurveda« (conocimiento de la Vida), se describen detalladamente manipulaciones de masaje. Eran ampliamente conocidos en La India los trabajos de Súsruta. El fundador de la cirugía hindú. Sushruta habla detalladamente del roce (fricción) y de la presión (amasamientos) como variedades del masaje, dando además indicaciones para el empleo de estas manipulaciones para distintas enfermedades. En las indicaciones especiales, dirigidas a los masajistas, se manifiestan las exigencias no sólo de saber realizar un masaje, sino de tratar de perfeccionarse, de prestar una gran atención a la higiene personal. Durante muchos milenios, los brahmanes de la antigua India emplearon el masaje, ejercicios corporales y gimnasia respiratoria para la curación de diferentes dolencias.
Enlazado con la tradición Ayurvédica de masaje, podemos citar el Masaje Thai Yoga o
masaje tradicional tailandés (Nuad Bo-rarn, Nuad Phaen Boran, นวดแผนไทย); siendo atribuida su fundación a Jivaka Kumar Bhaccha, médico contemporáneo y posible amigo de Buda. El Dr. Jivaka habría llevado a la región tailandesa los conocimientos de masaje y fitoterapia procedentes del Ayur-Veda, y es a partir de ellos desde los que se habría desarrollado esta modalidad de masaje.
El masaje tailandés, al igual que la medicina tradicional tailandesa en general, es una combinación de influencias de las esferas culturales y las tradiciones de la medicina de la India, China y el sudeste de Asia. El arte tal y como se practica hoy en día es probable que sea el producto de una síntesis producida en el siglo XIX desde diversas tradiciones curativas de todo el reino.
Si damos un salto hasta Indonesia nos encontramos con Pijat que traducido desde el indonesio es «Masaje» . Hallamos variaciones como el Pitjit Balinés y el Pijat injak (masaje realizado con los pies). En Indonesia, el masaje forma parte tanto de la tradición como del propio sistema médico tradicional: el Jamu, el cual se dice que se originó en el Reino Mataram hace unos 1300 años. Aunque muy influenciado por el Ayurveda hindú.
Masaje en Polinesia
Al igual que grupos de islas se derraman por el océano, así el masaje se extiende, transmite y evoluciona siendo muy conocido y bien valorado en las lejanas islas del Océano Pacífico.
Así, en la isla de Tuga (Oceanía), el masaje se realiza de la siguiente manera: «…Cuando, alguien se siente cansado de la marcha o de cualquier otra tensión, se tiende y sus mujeres le realizan, durante un rato, diferentes manipulaciones que se conocen con el nombre de toogi-toogi, mili o fota. La primera de estas palabras significa un ligero golpeteo del cuerpo con los puños, la segunda la fricción con la palma, la tercera es presionar y estrujar la epidermis con los dedos (amasamiento). Para la eliminación del cansancio actuaban sólo sobre los brazos y las piernas. Para los dolores de cabeza amasaban la frente y el cuero cabelludo. También el cansado se tendía en la hierba y se obligaba a tres o cuatro niños pequeños a pisar su espalda».
Lomi Lomi es el masaje tradicional de Hawái. Como una práctica indígena y que formaba parte de los rituales de sanación de los antiguos Kahuna (guardián del secreto).
La palabra Lomi Lomi también se utiliza para denominar el masaje en Samoa y Medio Futuna.
Bajo el nombre de Kahi Loa o Masaje con los 7 elementos (conocido como «Manos mágicas») hallamos un masaje cuyo elemento principal es el «toque de amor». Kahi Loa es poco conocido, pero una muy potente y antigua modalidad de trabajo con la energía vibratoria y que ha sido preservado por los indígenas Hawaianos, principalmente de las islas de Kauai y Linai.
Lomi Papahele y Kua Lua (Kua Lomi) Son la versión Lomi Lomi realizada a nivel de suelo y utilizando el pie, manos, rodillas, antebrazos y una pértiga o palo para mantener el equilibrio y poseer precisión en el trabajo. Se suele ejecutar sobre el cliente con la ropa puesta.
Katamasi y también llamado Lomi‘ili’ili (piedras planas en movimiento) es el masaje polinesio realizado con piedras calientes basálticas de origen volcánico. Katamasi implica el tratamiento de la enfermedad con la aplicación terapéutica del calor procedente de las piedras volcánicas.
En Samoa, también se le conoce como lolomi y milimili. En el este de Futuna, también se le llama mili mili, fakasolosolo, amoamo, lusilusi, kinikini, fai’ua.
Los maoríes en Nueva Zelanda lo llaman romi-romi (que litetalmente significa pretissage) y mirimiri (es el masaje más fuerte y profundo de las prácticas curativas maoríes. Esta técnica de trabajo corporal combina el masaje de tejido profundo, los puntos de presión y la alineación del cuerpo para ayudar a liberar la energía bloqueada en sus aspectos físico, emocional, mental y espiritual). En la tradición la persona encargada de realizar los tratamientos es conocido como Tohunga que, en la cultura de los maoríes de Nueva Zelanda, es un practicante experto de cualquier habilidad o arte. Cada tohunga era un líder espiritual dotado y poseía la habilidad natural de comunicación entre los reinos espirituales y temporales a través Karakia (oraciones), Patère (cantos) o la realización de Waiata (canciones).
Este masaje (mirimiri) junto con la medicina herbal (rongoa) y las técnicas de sanación espiritual (wairua) conforman los pilares de la concepción holística Maorí del cuidado de la salud.
Ma-uri – El nombre procede del sistema polinesio de curación utilizado en Nueva Zelanda por expertos en artes Maoríes de sanación mediante masaje, diversos rituales de curación y un estilo de vida en íntima armonía con la naturaleza.
“E tama kei roto i te kura waka i te huaki pouri,
El embarazo y el cuidado prenatal (haputanga) es un momento muy especial para todos. Haputanga es un enfoque tradicional maorí que utiliza una combinación de suave masaje en el vientre, la alineación del cuerpo y los puntos de presión. A su vez, existe en los Maoríes la costumbre de masajear a sus bebés.
Tambien en las islas Fiji es conocida la costumbre de masajear a los bebés con aceite de coco por parte de sus madres.
Prácticas de Sanación y Masaje en el Pacífico Sur
En Tonga el masaje es nombrado como fotofota, tolotolo y amoamo.
En Tahití encontramos Taurumi Maohi (o el antiguo arte del masaje y el toque polinesio) que ayuda a llegar al encuentro y acuerdo con uno mismo y dar la sensación de hallarse totalmente «cuidado». Las manos de oro (rima piru) de los terapéutas-masajistas ayudan a «borrar la oscuridad» (Maruata) y revelar lo que estaba dormido en el interior de la persona que recibe el masaje. La palabra «rumi» evoca la idea de amasamiento, (masaje y modelización), un proceso que moldea el cuerpo y el alma, el contacto y la interacción con la piel, que llega hasta lo más profundo del ser.
Taurumi, significa «abrazo» en la lengua Polinesia, y es en adición el arte del masaje, de la excelencia y también una filosofía de la vida.
El masaje Taurumi se divide en tres fases : Purificación, (lavado de todo el cuerpo), Masaje con bambú y abrazo Taurumi.
El Taurumi va más allá de la técnica manual y se utiliza para disolver los nudos físicos y psicológicos, lo que permite el libre flujo de la energía «Mana» en el cuerpo y armonizar admirablemente cuerpo y espíritu. El masaje Taurumi no es sólo un masaje, es una práctica que abarca todo el mensaje filosófico de la cultura tahitiana. Desde el primer momento, el/la Tahu’a identifica la fuente del padecimiento o dolor con en el objetivo de adaptar su tratamiento a la necesidad concreta que se necesite tratar.
El arte de éste masaje presupone la capacidad de escuchar y prestar atención al paciente. No se puede realizar sin estar en un estado de sincero entusiasmo y presencia – ‘ana’anatae – que garantiza la concentración total. Las manos siguen las líneas de energía a lo largo del cuerpo y desatan los nudos de tensión que bloquean el libre flujo de la Mana. El Mana es esta energía que circula por todo el cuerpo conectando a la persona y a los elementos circundantes.
Hombre, conócete a tí mismo y conocerás al Universo y a los Dioses que moran en Él.
En Nanumea, que es la isla situada más al noroeste de Tuvalu (antiguamente Islas Ellice), el masaje es conocido como Popo, la aplicación de presión es Kukumi, y la aplicación de calor es Tutu.
El masaje también se ha documentado en Tikopia (donde existe un especial masaje para la mujer embarazada y que es realizado por algún miembro cercano del mismo género), en las Islas Salomón, en Rarotonga y Pukapuka en Samoa Occidental.
Fuentes:
Healing Practices in the South Pacific. Claire D. Parsons.
Learning Lomi Massage: Basic Massage techniques Lomi Lomi Nui. Stefan Raeker.
Tikopia Ritual and Belief (Routledge Revivals). Raymond Firth.
Tahu’a, Tohunga, Kahuna ; Le Monde Polynésien Des Soins Traditionnels. Simone Grand.
A Spiritual Journal of Holistic Healing Form. Christine Dobyna.
Foundations of Massage. Lisa Casanelia,David Stelfox.
A Reader in Medical Anthropology: Theoretical Trajectories, Emergent Realities. Byron J. Good,Michael M. J. Fischer,Sarah S. Willen,Mary-Jo DelVecchio Good.
La Historia del Masaje. Robert Noah Calvert.
El libro completo de los masajes. Alicia Ciscar Blasco, Ana Mª González Pietro.
The Magic of Massage. Tanushree Poddar.
Nombres diversos para un patrimonio de la humanidad: masaj, 마사지, massagem, massaggio, tylino, masahe, масаж, مساج, masaĝo, masaje, ນວດ
La vida a cada momento penetra la totalidad de los fenómenos y se revela en todos los fenómenos. Todos somos Uno. Nada existe por casualidad. Disfrutemos de las mil y una posibilidades de hallar el lugar y momento para sanar nuestra vida gracias al maravilloso regalo de los dioses: Los Masajes.
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